La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Nuestra Señora de los Dolores de Casariche es la organizadora del “Torneo LXXV Aniversario Ntra. Sra. de los Dolores de fútbol-7”, con el que la hermandad quiere conmemorar el 75 aniversario de la llegada de la imagen de la Virgen de los Dolores a la cofradía. Colaboran en su organización el Ayuntamiento de Casariche y la empresa municipal Mosaicos Casariche, y se celebrará el próximo sábado, 21 de abril, a partir de las cuatro de la tarde en el Estadio Municipal de Casariche.
En cuanto a los equipos que participarán en el mismo, estarán formado por cofrades de distintas hermandades de penitencia y de gloria de la localidad, y serán, según ha informado la Hermandad de Jesús Cautivo en nota de prensa, los pertenecientes a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza; la Hermandad Santísimo Cristo de la Expiración; la Asociación Cultural Romera de San Marcos; la Asociación Cultural Romera San Isidro; la Asociación Cultural Cofrade “La Borriquita” y el equipo de la propia hermandad organizadora.
El objetivo principal de esta actividad será Será «disfrutar de un día deportivo-cofrade, establecer lazos de unión y hacer partícipe del LXXV Aniversario de Nuestra Señora de los Dolores a todas las hermandades y asociaciones locales», ha indicado en su nota de prensa la organización. Es la primera vez que Casariche acoge un torneo de estas características, protagonizado por hermandades de la localidad.
En relación a su desarrollo, la hermandad convocante ha explicado que «se realizarán dos grupos de tres equipos en la primera fase y enfrentamientos directos dependiendo de la clasificación del grupo en su segunda fase.» Además, la cofradía ha informado que «durante el torneo habrá servicio de barra, y la finalización del mismo está programada en torno a las 19:15 horas aproximadamente.» Pueden obtener más información en la página www.aniversariodolorescasariche.blogspot.com
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores es obra del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, que la talló en torno a 1937, fecha en la que la actual Virgen de los Dolores llegó a la hermandad en la que ya se le daba culto a una imagen anterior que fue destruida en plena Guerra Civil, y de la que sólo pudieron salvarse las manos, que el autor de la obra incorporó entonces a la imagen por deseo expreso de la cofradía, si bien posteriormente, en 1941, la hermandad encargó unas nuevas manos para la Virgen, esta vez separadas, que son las que actualmente tiene la talla venerada en la mencionada hermandad.