El Gobierno Central, presidido por Mariano Rajoy, ha hecho público su rechazo a los planes de ajuste acordados por varios ayuntamientos de la provincia de Sevilla, entre los que se encontraría el de Osuna, para acogerse al Real Decreto Ley 4/2012, gracias al cual el Estado financiará las deudas contraídas por las administraciones con sus proveedores a cambio de medidas de austeridad, ha publicado la agencia de noticias Europa Press. La decisión ha despertado la «indignación» y las críticas de sus alcaldes, porque estos planes de ajuste contaban con el visto bueno de la Intervención de cada uno de los ayuntamientos.
En el caso concreto de Osuna, su alcaldesa, Rosario Andujar, ha manifestado en la Cadena SER Andalucía Centro que se encuentra, además, «desorientada», porque han seguido las instrucciones dadas desde Madrid y ahora no saben cómo acometer este revés, aunque ha mostrado su confianza en que los proveedores puedan cobrar lo que se les debe más pronto que tarde, ha declarado.
Rosario Andújar, cree «indignante» el rechazo de su plan de ajuste al haber gozado el documento del aval del departamento de Intervención del Consistorio, ha informado Europa Press. «No compartimos esta decisión y queremos averiguar las razones del rechazo», ha manifestado a esta agencia de noticias la primer edil de Osuna.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Sevilla, el socialista Fernando Rodríguez Villalobos, había avisado ya de que Gobierno central habría «rechazado» entre el 30 y el 40 por ciento de los planes de ajuste promovidos por un total de 53 ayuntamientos de la provincia merced al real decreto Ley 4/2012.
En ese sentido, avisaba de que la no aprobación de estos instrumentos significa, para los ayuntamientos en cuestión, «la retención de la Participación en los Impuestos del Estado (PIE)», un recurso financiero que constituye un verdadero «sustento» para las administraciones locales. Rodríguez Villalobos, en ese sentido, insistía en que entre el 35 y el 40 por ciento de los 19.000 millones de euros implicados en esta operación de financiación irá a las manos de «unas 20 grandes empresas».