Texto: Remedios Camero
Fotos: Cedidas por familias Batet y Merat
Existen en Estepa varios apellidos que llaman la atención por su terminación en “t” y que hacen pensar que proceden del norte de España, tal vez de Cataluña e incluso de Francia: Merat, Batet, Somet, Atanet y Colinet. Es curioso que en una localidad como Estepa, de unos doce mil habitantes, se den cinco apellidos de este tipo. Hemos querido saber algo más sobre los mismos y para ello, hemos hablado con algunas personas que se apellidan así; en concreto, trataremos los apellidos Batet y Merat.
El apellido Batet llegó a Estepa de manos de Tomás Batet Plana, catalán de la localidad tarraconense de Valls, donde nació en 1914. Según sus hijos, Batet sería el apellido más moderno de los que hemos mencionado, pues fue traído por su padre cuando éste se afincó en Estepa en 1946. En la actualidad, cinco hijos de Tomás –Tomás, Ana María, Manuel, Agustín y Jordi- y ocho nietos llevan su apellido en Estepa.
Agustín, Jordi y Ana María nos explican en la entrevista que mantuvimos con ellos que su apellido procede de Cataluña, y más concretamente de la provincia de Gerona, donde existe un pueblo muy pequeño, de unos 200 habitantes, llamado Batet de la Serra, situado en la comarca de Olot. Se trata, por tanto, de un apellido de origen toponímico, pues proviene del topónimo Batet (es decir, el nombre propio de un lugar), si bien cabe resaltar que en la documentación que obra en poder de Agustín Batet sobre la heráldica y origen de su apellido, se explica que también en Francia existen algunos lugares llamados Batet de los que, en parte, podría venir el apellido. Lo que sí parece estar claro es que se trata de un apellido con siglos de existencia, pues ya en el siglo XIV hay documentadas algunas familias Batet en el Reino de Valencia.
Tomás Batet Plana falleció hace ahora cuatro años. Sus hijos explican cómo llegó a nuestro pueblo y recuerdan su interesante biografía. Fue seminarista en Tarragona siendo muy joven y después, profesor de Lengua y Literatura en el instituto de Valls. Era licenciado en Derecho e hizo también la carrera militar en las academias de Zaragoza y Segovia. Durante la Guerra Civil española luchó en el frente del Ebro con el bando nacional como alférez provisional, y fue incluso ayudante de campo del general Varela durante el episodio del asedio al Alcázar de Toledo, en septiembre de 1936.
Durante la Guerra Civil, Tomás Batet ascendió a teniente y al término de la contienda, comenzó a trabajar como inspector de la recién creada Fiscalía Superior de Tasas (lo que hoy sería Hacienda), que comenzó a funcionar en 1940. Como inspector, visitaba almazaras y fábricas y aunque residía en Madrid, se le asignó la provincia de Sevilla y, en concreto, la comarca de Estepa. De ese modo, Tomás Batet comenzó a visitar nuestro pueblo. Su parada aquí era el Hotel Suizo.
Fue en una de estas visitas laborales cuando el entonces alcalde de Estepa, José Márquez Carrero, con el que había hecho amistad, lo invitó al bautizo de una de sus hijas, y en esa celebración conoció a Ana María Carrero Cornejo, prima hermana del alcalde y que entonces contaba con unos 20 años de edad. Tras dos años de noviazgo, se casaron en marzo de 1946, dejando entonces Tomás su trabajo como inspector y pasando a ser empresario agrícola, pues tomó las riendas de la finca de la familia de su mujer, el Cortijo Las Monjas. La residencia familiar se estableció en la calle Valdeabades, donde nacieron sus cinco hijos. Ana María Carrero falleció el pasado mes de febrero.
Los Batet de Estepa siguen teniendo a todos sus primos hermanos en Valls (Tarragona), con los que mantienen un continuo contacto. De hecho, la familia en pleno ha celebrado varios encuentros “Batet”, unas veces en Cataluña y otras aquí en Estepa, el último de ellos en 2001. Su apellido está hoy afincado también en Estados Unidos, pues una de sus sobrinas vive en Kansas City. Y en Estepa, los más jóvenes de la familia -el más pequeño, Agustín, con sólo un año de edad- aseguran la continuidad de este apellido.
Por su parte, el apellido Merat también viene del norte de España, pero en esta ocasión, de Asturias, según explica Manuel Merat Velasco, que posee información sobre su apellido y su heráldica, donde se señala que es un apellido de origen asturiano con casa solariega en Luarca y que se extendió posteriormente por Galicia y Castilla. Al sur de España, este apellido llegó como tantos otros: con motivo de la Reconquista de los reinos cristianos en su intento por recuperar los territorios en poder de los musulmanes.
Dos Merat participaron en ella, y uno de los dos, un tal Guillermo Merat, acompañó al rey Fernando III “el Santo” en su avance por Andalucía y, en concreto, en la conquista de Baeza, tomada el 30 de noviembre –día de San Andrés- de 1227. También posee Manuel Merat información de su escudo de armas: “en campo de oro, una cruz tremolada de gules, cantonada, de cuatro manos palmadas, de carnación.” Después de aquellos tiempos, explica Manuel que hubo muchos Merat llamados Guillermo y Andrés, posiblemente en recuerdo al santo que celebraba su onomástica el día en que San Fernando conquistó Baeza.
Pero, ¿cómo llegó este apellido a Estepa? Manuel Merat nos cuenta que el primero que trajo el apellido a nuestra ciudad fue Manuel Merat Arjona, su bisabuelo. Procedía de Herrera, adonde había llegado años antes con sus padres procedentes de Córdoba. Se dedicaba al transporte y la construcción. Con él venían otros hermanos -Andrés, Pepe y Ana- que no tuvieron descendencia y también vivieron aquí. Andrés Merat fue uno de los fundadores de la famosa murga que existió en Estepa a principios del siglo XX.
Manuel Merat Arjona tuvo una herrería, hacía trillos y otros aperos para el campo y se dedicó también, como lo hizo su padre, a la construcción. Fue hermano mayor de la Hermandad de Jesús y fue también, junto a sus hermanos, el que trajo el agua desde Roya a Estepa haciendo la instalación de tuberías. Se casó con Josefa Martín Blanco, con la que tuvo seis hijos: Manuel (abuelo de Manuel Merat Velasco), Salvador, Rafael, Eduardo, Asunción y Josefa. A su vez, Manuel Merat Martín se casó con Amparo Gamito Fuentes, y de esta unión nació Manuel Merat Gamito, padre de nuestro entrevistado, y sus hermanos José, Salvador, Eugenio, Rafael, Amparo y Pilar.
Manuel Merat Gamito contrajo matrimonio con Remedios Velasco y tuvieron tres hijos: Manuel, María Asunción y Amparo, y según nos dice el primero, sólo entre sus hijos y sus sobrinos ya se cuentan siete Merat más, siendo el más pequeño su nieto, José Rodríguez Merat. Pero en total, viven unos 50 familiares en Estepa que llevan su apellido y según Manuel, se trata del pueblo que más Merat tiene ahora mismo en España. La provincia de Sevilla es la que concentra más Merat, seguida de Madrid y Cataluña, aunque el apellido ha llegado también a Estados Unidos y existe asimismo en Francia. Y es que parece ser que a Asturias pudo llegar el apellido desde el país galo.
Lo más curioso del origen de Merat, sin embargo, nos lo cuenta también Manuel y es la existencia de una etnia en la India llamada Mérat, que avalaría la tesis de su procedencia desde Asia, desde donde habría pasado a Rumanía y Polonia y de ahí, a Francia, desde donde habría llegado a Asturias. Una hipótesis sobre la que Manuel Merat sigue investigando, al igual que varios miembros de su familia, interesados en saber más de este curioso apellido que llegó a Estepa hace ya más de un siglo.