El Ayuntamiento de Casariche ha concluido el estudio sobre las necesidades e intereses formativos y educativos que tienen los padres y madres casaricheños. Según ha señalado el Ayuntamiento, «una vez analizada la información recogida a través de este estudio, las conclusiones principales del mismo apuntan a que la familia nuclear promedio en Casariche es pequeña (una madre y un padre y entre uno y tres hijos).»
Asimismo, el estudio recoge que «algunas de las cuestiones en las que los padres/madres han manifestado interés por tener mayor conocimiento son la alimentación saludable e higiene, elección de actividades de ocio y tiempo libre, información sobre drogas (tipos, efectos, contexto de consumo, uso y abuso, recursos y servicios), sobre sexualidad (métodos anticonceptivos, condición sexual), habilidades sociales (hábitos de autonomía y responsabilidad, comunicación, autoestima), transición de la infancia y la adolescencia (roles, estilos educativos, competencias sociales).»
«Por todo ello, se ve adecuada la iniciativa de llevar a cabo una Escuela de Familias Saludables donde los padres y madres puedan poseer mayor información y fomentar los hábitos de vida saludable en la familia. El punto de partida de esta Escuela de Familias Saludables serán las necesidades que muestran este estudio», ha explicado el Consistorio casaricheño.
El estudio será entregado a los centros educativos locales así como a las AMPAs, al tiempo que ha sido publicado también en la página web del Ayuntamiento de Casariche, con el fin de que pueda ser consultado por cualquier padre o madre que así lo desee. «Cabe recordar que este estudio es una muestra más de la apuesta del Ayuntamiento de Casariche, a través de sus delegaciones de Bienestar Social y Salud, por la promoción de la salud y la prevención de conductas de riesgo», ha indicado el Ayuntamiento.
El proyecto está enmarcado en el Programa de Prevención Comunitaria Ciudades Antes las Drogas y ha sido llevado a cabo por Teresa Giráldez, diplomada en Trabajo Social y Educación Social, bajo la coordinación de Rocío Martín, técnica de prevención y coordinadora de Ciudades ante las Drogas.