El sector educativo de Pedrera «con docentes, alumnos y padres en todas las etapas de la enseñanza, desde la escuela infantil a la Educación Secundaria» participaron el pasado jueves, según ha informado el Ayuntamiento pedrereño, «en la convocatoria de huelga general contra los recortes y la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Los manifestantes, concentrados por la mañana y por la tarde, también rodearon simbólicamente los distintos centros educativos como muestra de la defensa de la educación pública».
El Consistorio que preside Antonio Nogales (IU) ha manifestado que «por segunda vez en lo que va de año, la comunidad educativa de Pedrera ha salido a la calle para alzar la voz contra lo que consideran la reforma educativa propuesta por el Gobierno central supondrá “un atropello de la educación pública”.»
Convocados por las AMPAS de la localidad, padres, profesores y alumnos recorrieron Pedrera y participaron en el abrazo simbólico con el que rodearon los distintos centros educativos de la localidad. A las puertas del Ayuntamiento, momentos previos a la manifestación de la mañana, el concejal de Educación destacó que «en Pedrera se ha interrumpido la actividad académica como muestra de la oposición a una reforma lesiva, segregadora y selectiva.» Además, pidió al gobierno que retire el texto y abra un proceso de negociación real con la comunidad educativa para abordar desde el consenso los problemas y necesidades de sistema educativo.
«Padres y alumnos piden que se retire una reforma, aseguran, partidista e ideológica que profundiza en los recortes y amenaza la igualdad de oportunidades. Los convocantes rechazan el adelanto de itinerarios que separará ya a los 15 años a los alumnos que opten por FP o por Bachillerato, así como la implantación de un sistema de reválidas que será obligatorio aprobar para obtener la titulación en ESO y Bachillerato y que consideran una mera carrera de obstáculos que expulsará del sistema a los alumnos con más necesidades educativas. También se oponen al giro conservador e ideológico de un texto que suprime Educación para la Ciudadanía como asignatura obligatoria, permite la financiación con fondos públicos de los centros que segregan a niños y niñas en las aulas y da más peso a la Religión recuperando una materia alternativa a la misma tal y como demandaba la Conferencia Episcopal», ha indicado el Ayuntamiento en nota de prensa.