Los vecinos de la Sierra Sur de Sevilla cumplieron con la tradición de honrar a sus muertos en los dos días en los que la Iglesia católica recuerda especialmente a los difuntos: el día de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, conmemorados el 1 y 2 de noviembre respectivamente. Los vecinos de los pueblos de la Sierra Sur se dedican los días previos a adecentar los nichos para esta celebración, y visitan de forma masiva los camposantos para depositar flores a sus difuntos. Asimismo, también los respectivos ayuntamientos se esmeran en mejorar los cementerios para estos días de noviembre.

Este ha sido el caso del Cementerio Municipal de Osuna, por ejemplo, que registra en estos días la mayor afluencia de visitantes de todo el año, motivo por el que «desde la Delegación de Obras y Cementerio del Ayuntamiento de Osuna se incrementa la atención sobre este espacio municipal intensificando las tareas de adecentamiento, limpieza y pintura del mismo», ha indicado el Consistorio de la Villa Ducal, «con el fin de que estas instalaciones muestren su mejor estado y un aspecto adecuado y acorde a las numerosas visitas que se reciben estos días.»

Las actuaciones ahora realizadas en el camposanto de Osuna «se suman a las numerosas intervenciones que se han venido llevando a cabo de manera continuada en el cementerio municipal, como el arreglo integral de todas las cubiertas, la restauración de uno de los panteones municipales o la ampliación del cementerio, creando un nuevo espacio aledaño al existente.»

Además, y como es tradicional, el horario de los cementerios ha sido especial y ha contado con más horas de apertura que habitualmente, estando abiertos de forma ininterrumpida. En algunos camposantos, incluso, como es el caso del de Osuna, se han celebrado servicios religiosos en su interior al poseer capillas dentro del cementerio.