El incendio que desde la semana pasada arrasa la Sierra Bermeja, en la provincia de Málaga, se ha dejado notar incluso en los cielos de algunos municipios de la Sierra Sur de Sevilla, tales como Gilena, Estepa o Pedrera. La virulencia de este incendio, del que hay grandes indicios de que haya sido provocado por la mano del hombre, ha hecho que, a día de hoy, sean ya casi ocho mil las hectáreas arrasadas, colocando a este incendio en la categoría de «sexta generación», la clasificación que se otorga a los incendios de peor desarrollo y pronóstico.
La Colección Museográfica de Gilena publicó ayer fotos del humo que podía verse en la localidad gilenense, una de las cuales ilustra esta información. Los incendios de sexta generación son aquellos capaces de modificar la meteorología de su alrededor, porque su virulencia crea potentes columnas de aire caliente que desprenden tanta energía que son capaces de producir sus propias nubes o tormentas.
En la extinción de este fuego, que se equipara a los tremendos incendios de Grecia, Turquía o Portugal de los últimos años, ha fallecido un bombero procedente de Almería de 44 años de edad.