El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) conmemoró ayer, 10 de agosto, el 78 aniversario de la muerte de Blas Infante, el considerado padre de la patria andaluza, en la Plaza Jáuregui de Sevilla, «donde se halla un teatro en el que estuvo apresado la noche anterior a su fusilamiento», según indicó el secretario general del SAT, Diego Cañamero, a Europa Press, quien pidió a los partidos políticos que «no utilicen su figura ni desvirtúen su legado.»
En declaraciones a Europa Press, Cañamero explicó que en el acto de la Plaza Jáuregui, donde estuvo detenido Infante, se le rendirá homenaje, con la presencia de su nieto Estanislao, y se pedirá que en esa zona «se le coloque una estatua o una placa que conmemore su estancia en ese lugar». Cañamero criticó además «duramente» la «utilización de la figura y el legado de forma partidista y oportunista, sin defender sus ideales, los derechos por los que él luchó ni la soberanía».
«Se vacía de contenido y se está desvirtuando su legado», lamentó Cañamero, que instó a la Junta y a las instituciones oficiales a que no le hagan homenajes vacíos a Blas Infante, pues a su mensaje «no le pega un gobierno que recorte derechos, que jubile a las personas con 67 años y acometa la reforma laboral que ha hecho, sin acometer una reforma agraria. A Infante no le pega este gobierno, pues era una persona que defendía a los jornaleros y a Andalucía, mientras que la Junta vende esos ideales», dijo.