El Ayuntamiento de Estepa, a través del Servicio de Parques y Jardines, ha detectado en el municipio varios ejemplares de la palmera canaria afectados por la plaga del picudo rojo, presente en otras localidades cercanas. Esta variedad de escarabajo causa la muerte de las plantas y se extiende con rapidez, por lo que el Consistorio ha elaborado un protocolo de actuación, que incluyen medidas fitosanitarias obligatorias para su prevención y lucha y para paliar los efectos que tiene sobre el medio ambiente, ha informado el Consistorio en nota de prensa.
En primer lugar, técnicos municipales elaborarán un censo de palmeras, tanto públicas como privadas, sensibles a esta plaga, para lo que se pide la colaboración ciudadana. El Ayuntamiento recomienda a sus vecinos alertar a las autoridades locales ante la aparición de cualquier síntoma que evidencie en contagio al número de teléfono 955 912 717 o al 636 100 230, donde se asesorará a los afectados.
En caso de contagio, el protocolo de actuación se desarrollará conforme a lo establecido por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, las palmeras serán tratadas y, en el caso de que el daño causado por el picudo imposibilite la regeneración de la planta –contribuyendo a la difusión de la plaga-, se procederá a la eliminación de la palmera afectada conforme al Decreto 77/2010. La actuación correrá a cargo del propietario y previa autorización del Servicio de Parques y Jardines municipal.
Por el momento, no se podrá realizar plantaciones ni trasplantes de palmeras sensibles a la plaga sin los permisos pertinentes del Servicio de Parques y Jardines municipal.
Además, como medidas preventivas obligatorias, en caso de ser necesario realizar podas se deberá cortar solo las podas secas, no se podrá cepillar los estípetes o troncos, los cortes deberán ser limpios y no provocar desgarros. En caso de que sea necesario cortar hojas verdes, la cicatriz se tratará con aceite mineral y se aplicará un mástic de poda. Estas labores solo se realizarán en los meses de noviembre a febrero. Los restos deberán transportarse sin que supongan un peligro añadido para la difusión de la plaga.
El propietario deberá realizar tratamientos preventivos cada 45 días con productos autorizados por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento podrá exigir la acreditación del cumplimiento de este requisito. No se podrá acumular los restos de poda en la vía pública, pues supone un foco de expansión de la plaga.