Rafaela Soto Candelera ha sido la ganadora del olivo de oro de la XII edición del concurso comarcal “Hojiblanca de Oro”, que organiza el Ayuntamiento de Osuna en estas fechas coincidiendo con la campaña de recogida de la aceituna de verdeo, ha informado el Consistorio ursaonés en nota de prensa. Rafaela Soto, que gana esta mención por segundo año consecutivo, recibió el premio de manos de la alcaldesa de la localidad, Rosario Andújar, en un acto celebrado en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Osuna.
El segundo premio ha sido para Miguel Páez Molina, quien ha recibido de manos del delegado provincial de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Francisco Gallardo, el olivo de plata que le hacía acreedor de este premio. Y el olivo de bronce ha sido para Juan Aguilar Domínguez, cuya entrega la realizó el presidente de la Sociedad Agraria de Transformación “Santa Teresa”, José Luis Fernández, mientras que los diplomas acreditativos a los tres vencedores los ha entregado la concejala de Agricultura y Medio Rural, Asunción Bellido.
A esta entrega de premios acudieron numerosas personas, la mayoría de ellos agricultores que han participado este año, o en pasadas ediciones, en este concurso que premia el trabajo, el tiempo y la dedicación que ellos destinan al cuidado de su olivar.
Treinta y cuatro muestras de aceitunas hojiblanca han sido presentadas a esta duodécima edición del concurso en el Ayuntamiento de Osuna, un plazo de recogida que ha sido breve para evitar la pérdida de las cualidades de las aceitunas presentadas a concurso, de ahí que, cerrado el plazo de entrega, se reunieran los miembros del jurado para decidir su fallo.
Luis Rejano Navarro, investigador y responsable del Departamento de Aceituna de Mesa del Instituto de la Grasa en Sevilla; Jerónimo Cejudo, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía; Jorge Sellers, experto en Comercio Internacional de aceitunas de mesa, y Antonio Higinio Sánchez Gómez, investigador del Instituto de la Grasa, han sido los miembros del jurado encargados de otorgar los premios.
En cuanto a las intervenciones políticas, la alcaldesa de Osuna quiso destacar que, a pesar de que es un año complicado para los agricultores por la falta de lluvia, tan necesaria para el olivar, y por el momento crítico que vive este sector con la nueva política agraria común (PAC) propuesta por Europa y “ante la que hay que mostrar de manera conjunta su rechazo por ser un agravio contra la agricultura andaluza”, “lo que sí es destacable de los agricultores es la intensa labor y el cuidado que le prestan a sus explotaciones y que, un año más, superando todas las adversidades, han presentado unas aceitunas hojiblancas con la más alta calidad y que han dado la talla máxima”.
Además, resaltó el “reconocimiento absoluto que desde el Ayuntamiento de Osuna se hace al sector del olivar, porque el olivo es identificativo de nuestra tierra y de nuestra cultura. De ahí que desde la administración local se trabaje también para hacer más fácil la recogida de la aceituna y el acceso al olivar con los arreglos permanentes de caminos que se está llevando a cabo para tal fin.”
Finalmente, Andújar animó a los agricultores allí presentes a que apuesten por una economía y una agricultura sostenibles como nuevo camino para hacer más viables las producciones. Una apuesta que ha definido como arriesgada pero que es la que “estamos llevando a cabo en la finca “Las Turquillas”, de las que ya estamos recogiendo nuestros primeros frutos ecológicos.”
Por su parte, el delegado provincial de Agricultura y Pesca definió el olivar como un “gran valor económico, social y cultural. Y es el sector más estratégico y mejor de la agricultura andaluza”. Por este motivo se mostró muy crítico con la reforma de la PAC, de la que destacó que “ lo nuevo presentado por Europa no lo podemos admitir bajo ningún concepto, porque supondría grandes pérdidas para el olivar andaluz.”
Gallardo definió el sector agrícola andaluz como “el garante de la seguridad alimentaria de Europa, por lo que si no se es capaz de garantizar el futuro de este sector tampoco garantizaremos esa seguridad y los alimentos de primera necesidad no pueden ser nunca tratados como productos financieros sujetos a una especulación que está haciendo que la volatilidad de los precios lleve a la ruina económica a numerosas familias dedicadas a trabajar la tierra.”
Finalmente, el delegado provincial manifestó la necesidad de que todos los agentes sociales, políticos y asociaciones agrarias se unan para hacer “un frente común que exija controles de mercado para que el agricultor no reciba una limosna sino un precio justo por su producción que le permita vivir con dignidad”.