Estos nuevos productos ya se pueden adquirir en el torno de las Clarisas, así como en sus distintos stands de promoción de sus dulces, como el que hay disponible los fines de semana en los bajos del propio Convento de Santa Clara, donde el Ayuntamiento lleva tres años habilitando un Museo del Mantecado con la llegada de estas fechas.
Cerechocos, bombones rellenos de caramelo, Florentinas de Santa Clara y Turrón de Chocolate con Almendra son los nuevos productos que comercializan las hermanas clarisas este año, los tres elaborados artesanalmente con el mimo que caracteriza a los productos conventuales en general y a los de las monjas de Santa Clara de Estepa en particular.
Los Cerechocos son bolitas de cereal cubiertas de chocolate; las Florentinas de Santa Clara combinan el chocolate con la naranja, los frutos secos y el caramelo, y en cuanto al Turrón de Chocolate con Almendra… requiere poca explicación, al igual de los bombones rellenos de caramelo, donde el sabor de uno potencia el del otro… Desde estas líneas podemos asegurar ¡su extraordinario sabor! Asimismo, se puede comprar turrón duro y turrón blando de almendras.
Si a estas alturas del artículo aún no se les ha hecho la boca agua, esperen a escuchar algo más: yemas de Santa Clara; pastelitos de batata; crucetas; sultanitas de coco; pastas angelinas; suspiros de hoja; bienmesabe; tortas de aceite; trufas; caja de pestiños; tocinitos de cielo; cuajados; delicias de bizcochos y las clásicas magdalenas componen el amplio listado de productos que pueden adquirirse en el Convento de Santa Clara de Estepa en toda época del año, no sólo en Navidad.
Y ahora antes de Navidad y durante las propias fechas navideñas, pueden comprarse también el tradicional mazapán en barra o con forma de pez pascual; los pestiños; las almendras de turrón; los roscos de vino normales o glaseados, y por supuesto, los mantecados de toda la vida: de canela y de almendra.
Estos productos, además, pueden adquirirse en elegantes estuches preparados para regalar pero a precios muy asequibles. Porque la calidad no tiene que ser costosa ni vestirse de exclusividad, si desea hacer un buen regalo de dulces navideños con la seguridad de acertar, o disfrutarlos usted mismo, no dude en acercarse al convento de las hermanas Clarisas de Estepa, en el Cerro de San Cristóbal. No se equivocará y, además, contribuirá al mantenimiento de una comunidad religiosa con más de 400 años de historia.