Las cuevas se hallan protegidas por un recinto que permite su mejor conservación. Fueron descubiertas en los años ochenta del siglo XX, cuando se encontró la cueva calcolítica artificial de Antoniana, (datada en torno a 2.500 años antes de Cristo), formada por una cámara central, cuatro nichos y un pasillo escalonado. Se rescataron numerosos vasos, puntas de flechas, ídolos de hueso y adornos, y también aparecieron dos sepulturas y restos de cabañas. De la misma época, se encontraron otras sepulturas en distintos puntos de la localidad.