Las Hermanas de la Compañía de la Cruz, la orden que en 1875 fundara la sevillana Sor Ángela de la Cruz –santa Ángela de la Cruz desde su canonización en 2003- tienen entre sus principales cometidos servir a los pobres por amor a Jesucristo. Sus conventos están siempre abierto a los pobres y necesitados, para atenderlos cuando llaman a su puerta en busca de ayuda o alimentos.
Las Hermanas de la Cruz llevan décadas afincadas en Estepa. Regentaron un colegio para niñas por el que pasó gran parte de la población femenina de Estepa, y en la actualidad, aunque el colegio ya no funciona, siguen cuidando a niñas sin familia ni recursos, ahora procedentes de África, a las cuales –un total de 18- cuidan como si fueran sus madres y mantienen escolarizadas en colegios públicos de la localidad.
En los actuales momentos de crisis, su vocación prioritaria hacia los pobres tiene más sentido que nunca, porque las personas y familias que pasan necesidad se han multiplicado exponencialmente, y se han incrementado las llamadas a su puerta en busca de alimentos, según publicó hace unos días el periódico sevillano Diario de Sevilla.
Una de las religiosas del Convento de las Hermanas de la Cruz de Estepa explicó a Diario de Sevilla que “la crisis ha multiplicado las atenciones y que apenas cuentan con medios para poderle hacer frente.” Sobre todo necesitan comida, porque las personas que se acercan al convento no van a pedir dinero, sino alimentos, especialmente productos de primera necesidad y alimentos infantiles. Ropa no tanto, porque según ellas mismas han declarado, “no la solemos coger si no es de alguien muy conocido, porque ya hemos tenido problemas con algunas infecciones».
Diario de Sevilla publicó que “el convento de las Hermanas de la Cruz de Estepa cuenta actualmente con ocho religiosas, una de las cuales se dedica al cuidado de las 18 niñas que tienen acogidas. Una pareja visita a diario a los enfermos y otra pide donativos por los distintos domicilios, aunque la crisis les ha afectado mucho y ya no les dan comida como antes. Las religiosas se tienen que enfrentar, además, a los gastos de manutención y escolares de las niñas que tienen acogidas, y han declarado que todavía están “pagando los libros del colegio, los zapatos, los uniformes. Son muchos gastos». Las puertas del convento están abiertas de seis de la mañana a ocho de la tarde para recoger los alimentos que la gente quiera depositar.
Este llamamiento ha propiciado que algunas organizaciones estepeñas se hayan movilizado para recaudar ayuda para las Hermanas de la Cruz. Éste es el caso de la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios, que, a través de su Delegación de Caridad, durante toda esta semana está recogiendo alimentos no perecederos e infantiles para entregar a este convento. Los vecinos que quieran colaborar con esta iniciativa pueden depositar sus alimentos en el despacho de Mantecados La Muralla (Avenida de Andalucía, 3), en horario de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas.