En declaraciones a este periódico, Jesús Fernández Baena nos explica que en este último disco se ha estrenado como director artístico del grupo La Galanía, creado por él mismo junto con la soprano Raquel Andueza en 2010. En «Alma Mía», el tiorbista estepeño se ha encargado, además, de «elegir y transcribir todo el repertorio.»
En cuanto a la elección de este autor del barroco italiano y no de otro, Jesús Fernández explica que «después del primer disco de La Galanía, llamado «Yo soy la locura», pensamos que era el momento de hacer un nuevo proyecto en el que participaran más músicos, por lo que nos decidimos a ampliar la plantilla con violines y un mayor continuo. Creímos que un programa con arias de ópera del siglo XVII podría ser una opción interesante y nos pusimos manos a la obra. Después de mucho buscar me di cuenta de que muchas de las arias que elegía eran de Antonio Cesti, así que pensamos en dedicarle un monográfico».
El músico estepeño aclara, además, que «aunque es un autor hoy en día bastante olvidado, en el siglo XVII fue uno de los compositores más importantes de su tiempo» e indica que aunque Cesti era religioso, la música del disco es toda profana.
Los conciertos previstos para este mes de julio son principalmente fuera de España, por lo que preguntamos a Jesús Fernández si es que la música antigua tiene más público fuera de nuestras fronteras que en nuestro país, a lo que responde que más que una cuestión de público es una cuestión de medios y de interés político. «Aquí en España los conciertos que damos se llenan, pero bien es verdad que ahora mismo muchos festivales y ciclos de conciertos están desapareciendo o luchando por sobrevivir con muchos menos medios. Mientras tanto, en el extranjero cuentan con más interés, tradición y medios para mantener los festivales de música antigua que tienen. De todas formas, esperemos que con el tiempo volvamos a recuperar los festivales y conciertos que que hemos perdido y además crear otros», comenta Fernández Baena.
Jesús Fernández se muestra, pues, optimista ante el futuro de la música en España. Reconoce que «es verdad que el panorama cultural y musical de nuestro país no ayuda», pero se muestra «muy contento con la marcha de Anima e Corpo en estos dos años y medio de andadura», opinión que también comparte su compañera de aventura empresarial y musical, la soprano Raquel Andueza. «Justamente este mes cierra Diverdi, la mayor distribuidora de música de nuestro país, pero de todas formas, nosotros seguimos luchando y tenemos en proyecto la organización de varios cursos así como próximos proyectos discográficos con La Galanía», concluye el artista estepeño.