A las nueve y media de la mañana de hoy ha tenido lugar, en la iglesia de San Sebastián de Estepa, la primera de las bendiciones de las tradicionales roscas de san Blas con motivo del día de su onomástica. El párroco, Ginés González, ha recordado a los fieles que san Blas fue obispo en Armenia, y alcanzó la santidad después de ser torturado por su fe en Cristo. Se cree que san Blas curaba a los animales que a él acudían con alguna enfermedad, motivo por el que una madre fue en su busca cuando su hijo se atragantó clavándose una espina de pescado en la garganta. San Blas curó al pequeño, y por este motivo, es el patrón de las afecciones de garganta. Y es por ello también por lo que el pan se bendice en forma de rosca, pues representa la redondez de la garganta.
A continuación publicamos algunas fotos de los momentos previos a la bendición de las roscas, depositadas por los fieles a los pies de la imagen del santo, en la parroquia de San Sebastián. Además de roscas, muchos de los asistentes portaban también el tradicional hornazo, pan que simula la figura de un pequeño pollo y alberga un huevo, que se cuece a la par del pan en el horno donde éste se hornea. La imagen del santo tenía, además, colgadas de sus brazos, numerosas medallas, que los mayores del pueblo suelen regalar a los más pequeños junto con la rosca bendecida.