Texto: Rafael Jiménez Alés
Pediatra EBAP La Roda de Andalucía
Referente AT AGS Osuna
La realidad es que cada año es menos frecuente atender quemaduras solares en niños pequeños, pero seguimos atendiendo a adolescentes, especialmente mujeres, que en los primeros días de buen tiempo, aprovechan para tomar el sol en un afán insensato de broncearse lo más rápido posible.
El ejercicio y los juegos al aire libre son muy saludables para los niños. El sol, como cualquier otra cosa, resulta muy beneficioso en las dosis adecuadas y muy peligroso cuando éstas se sobrepasan. Resulta beneficioso, pues es imprescindible para la síntesis de vitamina D en la piel.
Pero el sol en dosis inadecuadas puede resultar muy perjudicial a largo plazo, pues está relacionado, además de con quemaduras, con el envejecimiento cutáneo y el desarrollo de cataratas, y con el aumento de cáncer de piel, especialmente de melanoma, que es uno de los tumores más malignos y de más difícil curación. En este punto, hay que aclarar que no hay una dosis de radiación solar mínima segura y que a mayor cantidad de exposición, más frecuente es el cáncer. Éste se ha relacionado sobre todo con exposición crónica y con exposiciones puntuales prolongadas que causan quemaduras solares.
Por tanto, hay que evitar en lo posible la exposición al sol, especialmente cuando el índice de radiación ultravioleta es muy elevado, como ocurre en verano, especialmente entre las 12 y las 17 horas. Además, los bebés menores de 6 meses no deben tomar el sol y no se debe usar con ellos cremas solares, por lo que deben permanecer a cubiertos siempre.
Los niños más mayorcitos deben protegerse con gorras, camisetas y gafas de sol con filtro ultravioleta elevado, aún cuando se estén bañando (las gafas de baño deben tener también filtro ultravioleta) y deben usar cremas fotoprotectoras de índice alto y resistentes al agua, que se deben aplicar 20 minutos antes de comenzar la exposición y volver a aplicar cada 2 ó 3 horas o antes si sudan mucho o se bañan.
Los estudios demuestran que la población de mayor riesgo es la que presenta una o varias de estas características: piel muy blanca (se queman con facilidad y casi nunca se ponen morenos), generalmente rubios o pelirrojos y pecosos; antecedente familiar de cáncer de piel; historia de exposición frecuente al sol en los primeros años de vida y lunares «raros» o en gran número, especialmente si nacieron con ellos.
Pueden encontrar mucha y buena información en internet consultando los siguientes enlaces:
http://familiaysalud.es/podemos-prevenir/otras-medidas-preventivas/cuidado-el-sol-quema
http://familiaysalud.es/podemos-prevenir/otras-medidas-preventivas/proteccion-solar
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