Texto y fotos: Remedios Camero
Mazinger Z o Naranjito, iconos de los 70 y 80, también estaban presentes, junto a material escolar de la época e, incluso, un rollo de papel higiénico del Elefante, si bien éste ha podido adquirirse en algunas droguerías de la Villa Ducal hasta casi los años 90. Algunas marcas, no obstante, siguen en pie, como los rotuladores Carioca que se ven en la imagen que acompaña estas líneas y con los que dibujar en cuadernos de Ruy el pequeño Cid; los Carioca aún pueden comprarse aunque con cambios, pero otras de las marcas que formaron parte de la exposición han desaparecido hace años.
No podían faltar en este viaje a la nostalgia de los nacidos en las décadas de los 70 y 80 juegos como el Scalextric o los Juegos Reunidos, el Cluedo y el Simón, los vaqueros e indios de Comansi, el Imperio Cobra, los Geyperman, y todo custidiado por barriles vacíos de detergente de marcas como Skip o Colon que los niños de entonces usaban como cestas para sus juguetes.
Eso sí, seguramente ha sido un hombre el aportador de los juguetes porque estos eran principalmente para niños. Aunque hoy esto es políticamente incorrecto es así: todos hemos jugado con todo, pero las niñas de entonces pedíamos a los Reyes Magos Nancys, Barbies o Leslies, mientras que nuestros hermanos varones hacían lo propio con los Másters del Universo y compañía. No había en la exposición ninguna Selene, ni pinypones, peluches o pepones bebés… Pero no importa, ¡quizás para una próxima ocasión! Las niñas también éramos fan de Mazinger Z… y de Afrodita A, por supuesto. Por cierto, que también había un puño de Mazinger de los que se lanzaban impulsados por una simple gomilla al grito de «¡Puños fuera!»; el grito de Afrodita, lo recordarán, era mucho más irreverente.