Estepa ha vivido el pasado fin de semana su Octava de los Remedios, que ha estado marcada por dos días de frío y lluvia, sábado y domingo, y un lunes en el que lució el sol, lo que animó a los estepeños a disfrutar de la fiesta más intensamente que en los días anteriores. Como se aprecia en la imagen, tomada a las seis y media de la tarde del lunes, la calle Roya estaba a rebosar. La lluvia, por su parte, obligó a suspender la salida procesional de Nuestra Señora de los Remedios en la tarde del domingo, puesto que hacia la hora de salida de la Virgen se inició en Estepa una fuerte tormenta, acompañada de granizo.
La procesión se aplazó al lunes, día grande de la fiesta por cuanto se celebra la subida al camarín de la imagen de la Virgen en el interior de su templo, de modo que en la mañana del lunes se concentraron ambos actos religiosos, la procesión y la subida al camarín. Ha sido, pues, una Octava atípica pero que los estepeños y foráneos no han dejado de disfrutar, como cada año.