Cruz Roja Juventud de Estepa organiza un torneo de fútbol sala para los jóvenes de la comarca

El próximo 20 de agosto se celebrará en el Polideportivo Municipal de Estepa el I Torneo de Fútbol Sala de Cruz Roja Juventud, actividad organizada por esta entidad con el fin de ofrecer una alternativa de ocio nocturno a los jóvenes de la comarca, ha informado Cruz Roja Juventud de Estepa en nota de prensa. Los participantes deben tener entre 16 y 30 años, indica la organización.Logo de la Cruz Roja

Desde las 19.30 horas y hasta su finalización, los amantes del fútbol sala “podrán disfrutar no sólo de la competición deportiva como fomento del deporte y hábito saludable, sino que además podrán participar en todas las  actividades complementarias encaminadas a la reflexión sobre las conductas de riesgo habituales en el ocio nocturno, que los voluntarios de CRJ dinamizarán en el mismo recinto”, explica la organización de voluntarios en su nota de prensa.

“Cruz Roja Juventud pretende estar presente en todos los pueblos de la comarca y, aunque esta primera edición se celebrará en Estepa, el objetivo es realizarla en los distintos pueblos al igual que otras actividades que se realizarán a lo largo del año”, indica la nota de prensa, en la que se añade que  todos los interesados en participar en este torneo podrán inscribirse a partir de hoy, día 9 de agosto, y hasta el día 17 dirigiéndose a la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Estepa (Avenida de la Innovación, 15), o bien por correo electrónico escribiendo a crj_estepa@cruzroja.es. También puede formalizarse la inscripción en las distintas delegaciones de Juventud de los ayuntamientos de la comarca.

Cuatro ganadores de la Lámpara Minera de La Unión cantarán en Osuna

Los cantaores Manuel Cuevas, Rubito de Pará hijo, Raúl Montesinos y Miguel de Tena, ganadores del prestigioso premio de la Lámpara Minera del festival de cante flamenco de La Unión (Murcia) en los años 2002, 2003, 2004 y 2006 respectivamente, actuarán en el VI Festival Flamenco de Osuna, que se celebrará el próximo 19 de agosto en la localidad. La cita será a las diez de la noche en el Corral de la Casa de la Cultura de Osuna, sita en la calle Sevilla.El cantaor ursaonés Manuel Cuevas

El VI Festival Flamenco de Osuna está organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Osuna, y además de los cantaores mencionados, actuarán también Evaristo Cuevas al cante, así como los guitarristas Jesús Zarrías, Antonio Cáceres y J.M. Cadenas “El Chino”. Las entradas pueden adquirirse en la propia Casa de la Cultura, con un precio de venta anticipado de 8 euros y de 12 euros en taquilla el día del festival, que en su organización cuenta también con la colaboración de la Diputación de Sevilla y Radiolé Andalucía Centro.

Esta noche se inaugura en Pedrera el Ciclo de Cine de Verano 2011

Esta noche, 9 de agosto, a las 22 horas, comienza en Pedrera el Ciclo de Cine de Verano 2011, organizado por la Concejalía de Cultura y Juventud del Ayuntamiento pedrereño y cuya primera proyección será la de la película española “Águila Roja”. La cita es en la Plaza del Hogar del Pensionista.

Según ha informado el Consistorio en nota de prensa, el delegado municipal de Cultura, Álvaro García, ha adelantado que el lunes 29 de agosto se proyectará el segundo largometraje de este ciclo de verano. En esta ocasión será la película de animación “Toy Story 3″, dirigida a los más pequeños del municipio.

Degustación de gazpacho en Casariche organizada por el alumnado de los cursos de cocina

Monitora y alumnos de los dos cursos de cocina que se están impartiendo este verano en Casariche, el Curso de Cocina Creativa y el de Cocina Mediterránea, ofrecieron la semana pasada una degustación de gazpacho elaborado por ellos mismos en la cocina de la Casa de la Juventud, ha informado el Ayuntamiento de Casariche en nota de prensa.

Fue a partir de las once cuando el grupo inició el reparto de casi 80 litros de gazpacho,  desplazándose en un primer momento a la Escuela de Verano y al Centro de Salud, para continuar después ofreciendo gazpacho a todos los vecinos y vecinas que encontraron de camino hacia la Plaza Alcalde José Ramón Parrado Cano, donde instalaron un stand para la degustación, donde se ofreció esta bebida  hasta pasada la una de la tarde. Junto con el gazpacho, “el alumnado repartió unos folletos con varias recetas para la elaboración de esta saludable bebida”, ha señalado el Ayuntamiento.degustacion de gazpacho, Foto del Ayuntamiento de Casariche

Esta actividad se ha enmarcado en el Programa “Cuida tu Salud: promoción hábitos saludables”, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Casariche, que en esta ocasión se ha completado con una Gymkhana de la Salud, en la que han participado los alumnos del Taller de Cocina Creativa,  y que se celebró el 4 de agosto en el Parque de Avenida de la Libertad.

De este modo, de 09.30 a 11.30 de la mañana, “los menores disfrutaron siguiendo diversas pistas y encontrando respuestas a diversas cuestiones relacionadas con las bases de una alimentación sana y equilibrada, así como con el valor de la amistad o la existencia de otros peligros para nuestra salud y el saber decir “no” a ellos. La actividad concluyó con una degustación en grupo de unos sándwiches con diferentes formas, elaborados por ellos mismos antes del inicio de las pruebas.”

El Trofeo de Fútbol Ciudad del Mantecado se jugará del 13 al 15 de agosto

El Trofeo de Fútbol Ciudad del Mantecado de Estepa, que todos los años se juega con motivo de la Feria de Agosto de la localidad, alcanza este año su trigésimo novena edición, y se jugará del 13 al 15 de agosto en el Campo Municipal Era Verde, comenzando todos los partidos a las ocho de la tarde.

Además del Estepa Industrial Club Deportivo, que es el equipo organizador y anfitrión, disputarán el torneo la Unión Deportiva Marinaleda, que milita en Tercera División, y el Real Betis Balompié Juvenil, que juega en la División de Honor.

Esta edición del Trofeo Ciudad del Mantecado cuenta con el patrocinio del Consejo Regulador de Mantecados de Estepa, así como con la colaboración del Ayuntamiento de Estepa y numerosas empresas de la localidad.

Maratón de Fútbol Sala “Ciudad de Estepa” los días 11 y 12 de agosto

El Estepa Atlético Club Deportivo es el organizador del Maratón de Fútbol Sala “Ciudad de Estepa”, que se celebrará en el Pabellón Municipal de Estepa los días 11 y 12 de agosto. El plazo de inscripción finaliza el miércoles, día 10 de agosto.

Cada equipo deberá tener 10 jugadores y habrá de pagar 50 euros por inscribirse, si bien la organización advierte que si no se alcanza un número mínimo de 20 equipos inscritos, el maratón no se celebrará.

Los números de teléfono en los que poder informarse son el 662 682 602, el 661 751 121 y el 646 39 31 77, preguntando por “Perdi”, Acuña o “Pixulo”.

Cine de verano por los barrios de Osuna para la semana del 8 al 14 de agosto

La programación de la actividad Cine de Verano por los Barrios, puesta en marcha por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Osuna, continúa esta semana con sus proyecciones por distintos puntos de la localidad, con el fin de acercar al cine a todos los vecinos. Las sesiones comienzan al anochecer, entre las nueve y media y las diez de la noche.

En la presente semana, desde hoy 8 de agosto y hasta el domingo día 14, las películas que se proyectarán serán las siguientes:

-Lunes 8 de agosto: “Imparable”, en el cine de verano de la Mohedana.

-Martes 9 de agosto: “127 horas”, en el barrio de Los Lirios.

-Miércoles 10 de agosto: “Los viajes de Gulliver”, en la Plaza Pablo Iglesias.

-Viernes 12 de agosto: “Enredados”, en el Parque de San Arcadio.

Alta participación de pedrereños en su XIII Semana Deportiva

Según ha informado el Ayuntamiento de Pedrera en nota de prensa, “el parque del Berral ha recibido a miles de pedrereños en la décimo tercera edición de la Semana Deportiva” que se celebró del 1 al 5 de agosto en la localidad.  “Han sido muchas las personas que se han dado cita en el parque para jugar o, simplemente, presenciar las seis modalidades deportivas que se han ido desarrollando a lo largo de estos cinco días”, informó el Consistorio.

La deportividad y el buen ambiente entre los equipos han sido las notas características de todas las jornadas, que han hecho posible que las actividades se desarrollaran con total normalidad.

El miércoles 3 de agosto hubo una actividad especial, una exposición sobre el ahorro de energía y el cuidado del medio ambiente, en la que participaron numerosos vecinos “para concienciarse de las medidas de ahorro más sencillas que podemos llevar a cabo en nuestros hogares y en nuestra vida diaria.”

Además, este mismo día, comenzó la Pretemporada del C.D. Pedrera, que se enfrentó al Sevilla F.C. Juvenil en un partido que, “aunque no terminó con buenos resultados para el equipo local, nos hizo ver la calidad de nuestros futbolistas”, señala el Ayuntamiento en su nota de prensa.

Cabe destacar también las actividades organizadas por los monitores de la Escuela de Verano, que han versado principalmente sobre materia de reciclaje. Flores pintadas, instrumentos musicales, pinturas de caras o juegos populares han sido algunas de las más significativas. Por último, señalar que el viernes día 5 se jugaron las finales de las distintas modalidades deportivas, cuyos trofeos se entregarán el miércoles de feria en la Caseta Municipal.

Inaugurada en el nuevo museo ursaonense la exposición de pintura “Pintados en Osuna”

El Museo de Osuna acoge desde el jueves 4 de agosto la exposición “Pintados en Osuna”, una muestra compuesta por 26 obras de otros tantos pintores locales que permanecerá abierta al público hasta el 31 de agosto. El acto de inauguración estuvo presentado por la directora del Museo, Beatriz Cuevas, y contó con la presencia del primer teniente de alcalde, Juan Antonio Jiménez Pinto, “quien no quiso faltar a esta cita por la que numerosos amantes del mundo de la pintura de la Villa Ducal exponían sus obras para deleite del público asistente”, ha informado el Ayuntamiento ursaonense en nota de prensa. El primer teniente de alcalde agradeció a estos ursaonenses el gran esfuerzo que han realizado “ya que con esta muestra contribuyen a engrandecer el arte popular.” Imagen de casi todos los pintores que exponen en la muestra

La Sala de Exposiciones Temporales del Museo es el lugar en el que se encuentra ubicada esta muestra que, con temática libre, ofrece al espectador cuadros sobre paisajes, motivos marinos, exteriores o monumentos. Beatriz Cuevas explicó detenidamente el proceso que se había llevado a cabo para poner en marcha esta exposición, con la que se pretende dedicar el mes de agosto en el Museo de Osuna a las creaciones de los amantes del arte del municipio, a la vez que agradeció el trabajo y el interés mostrado por todos los participantes en que la exposición saliera adelante y finalmente quedara abierta al público.

De este modo, “desde el Museo de Osuna se continúa trabajando con ahínco para que el arte y la cultura de la Villa Ducal se mantengan en un primer plano y, además de poder contemplar las creaciones de grandes artistas de otras ciudades, podamos disfrutar con las creaciones, en este caso, de pintores locales”, ha señalado el Consitorio ursaonés, que ha informado, además, de que durante el mes de agosto, el museo de Osuna continuará con su horario estival en el que permanecerá cerrado todos los lunes, como es habitual, mientras que de martes a sábado el horario de apertura será de diez de la mañana a dos de la tarde y de ocho de la tarde a once de la noche. Los domingos, el Museo permanecerá abierto de diez de la mañana a dos y media de la tarde.

Francisco Reina: un niño estepeño en las trincheras de la Guerra Civil

Texto: Remedios Camero / Fotografías: Quino Castro

El pasado 18 de julio se cumplieron 75 años del estallido de la Guerra Civil española, un triste capítulo de nuestra historia reciente que afectó a toda España y, por supuesto, a Estepa. Francisco Reina Aguilar, nuestro protagonista, tenía entonces 10 años. Aquellos momentos de angustia e incertidumbre quedaron grabados para siempre en su memoria porque hoy, a sus 85 años, recuerda perfectamente aquellos tres años de contienda durante los cuales él recorrió medio sur de España y vivió incluso en las trincheras del frente por la zona de Marmolejo junto a su padre pero, sobre todo, recuerda los ocho días que estuvo perdido de su familia, solo, en los que llegó andando de Málaga a Almería, casi sin dejar de llorar, entre miles de personas que huían del avance de las tropas nacionales.Francisco Reina mostrando fotos de su juventud

Cuando estalló la guerra, la familia de Francisco se desplazó a Málaga temiendo una pronta llegada de los nacionales a Estepa. Su padre, Vicente Reina, trabajaba en un Ayuntamiento que entonces era republicano, y su madre, Brígida Aguilar, era costurera y cosía camisas para “los rojos”, por lo que la familia, ante posibles represalias, decidió marcharse hacia zona republicana sin un destino cierto, sin trabajo, sólo con lo puesto. Por aquel entonces curiosamente, Francisco no era Francisco sino Vicente, que fue el nombre con el que lo bautizaron sus padres, pero un error en su inscripción hizo que durante muchos años figurara con dos nombres diferentes en la iglesia y en el registro civil, por lo que ya de adulto optó por quedarse con el nombre de Francisco, que es como todo el mundo lo conocía.

Francisco podría ser hoy uno de esos “niños de Rusia” que fueron enviados en barco por sus padres republicanos hasta aquel país huyendo de la guerra, porque había barcos cargando a estos niños en el puerto de Málaga, pero reconoce que no subió a ninguno porque le dio miedo. Cuenta que en Málaga vivían en el sótano de la fábrica de tabacos y que había gente por todas partes. Mucha gente en los refugios, en las calles, en las carreteras. Efectivamente, aquellos momentos de zozobra están documentados. Se trata de la batalla por la toma de Málaga, que comenzó el 17 de enero de 1937 y duró hasta el 8 de febrero, momento en que el Cuerpo Expedicionario Italiano al mando de las tropas franquistas consigue hacerse con la capital malagueña.Francisco Reina, en una imagen de su juventud

En la ciudad cundió el pánico ante la llegada de los nacionales, por lo que las tropas republicanas y miles de civiles protagonizaron una huida en masa hacia Almería por la carretera de la costa, una vía que no había sido cortada pero que estaba a merced de los bombardeos franquistas desde tierra, mar y aire, según relatan algunas fuentes. Se calcula que durante los varios días que duró este éxodo, más de cien mil personas pudieron desplazarse hasta la zona roja, y se sabe que durante el duro trayecto fueron duramente hostigados por la artillería de los buques nacionales Almirante Cervera, Baleares y Canarias, así como por la fuerza aérea franquista. Las mismas fuentes apuntan que varios miles de civiles murieron en este penoso capítulo que ha pasado a los anales de la historia como “la masacre de la carretera Málaga-Almería”.

De todo ello tiene perfecta memoria Francisco Reina. Recuerda como si fuera ayer el bombardeo de la aviación contra puentes e incluso alcantarillas para cortar cualquier vía de escape y a la gente corriendo para ponerse a cubierto, así como a los barcos lanzando proyectiles desde la costa hacia la sierra de Málaga. En ese revuelo, en ese pánico, en esa huida de gente hacia todas partes y hacia ninguna, Francisco se perdió de sus padres, y al no saber qué hacer siguió andando, como hicieron miles de personas, hacia Almería, adonde llegó unos ocho días después tras recorrer a pie los 200 kilómetros que separan ambas capitales, en un viaje que, tal y como describe, hizo prácticamente llorando y contando a unos y otros que se había perdido, sin que nadie pudiera darle norte de dónde estaban sus padres y sin que nadie quisiera hacerse cargo de él, lo cual era casi lógico en aquellas circunstancias.

Francisco confiesa que en aquellos inolvidables ocho días pensó alguna vez que no volvería a ver más a sus padres, y cuenta también que supo años después que al caer la noche, su madre lo llamaba a voces pero la gente la mandaba callar porque nadie quería llamar la atención, ya que había mucho miedo. El ejército nacional cortó la carretera y su madre y hermanos quedaron del lado fascista, por lo que volvieron a Estepa cuando pudieron. Su padre, en cambio, logró continuar hacia Almería también, aunque Francisco no lo sabía, y ambos llegaron a la capital almeriense con un día de diferencia.

Pero hasta que se produjo el reencuentro, Francisco anduvo y anduvo, y recuerda que la gente le decía que siguiera andando, que seguro que encontraría a su familia más adelante. Comió esos ocho días de la caridad de la gente y de un cañaduz que llevaba consigo, y durmió bajo el techo de cualquier cortijo que encontró por el camino liado en su única pertenencia: una manta. Lo que más claro recuerda es que la carretera iba llena de gente y que, a pesar de estar solo, no lo estuvo nunca en realidad porque había miles de personas. Por el camino encontró incluso a su padrino, al que también contó que se había perdido, pero recuerda con cierta pena que tampoco éste lo recogió porque “cada uno llevaba su historia”.Francisco Reina se dedicó a la construcción desde los 13 años

Por suerte, al segundo día de llegar Francisco vio gente de Estepa y se arrimó a ellos, los cuales dieron también con Vicente, su padre, y los pusieron por fin en contacto. Desde entonces, febrero de 1937, y hasta que acabó la guerra en abril del 39, Francisco estuvo con su padre en Almería, Marmolejo (Jaén) y Murcia, la capital de provincia que más resistió al ataque nacional y que fue republicana hasta el 31 de marzo de 1939, un día antes de que Franco diera por finalizada la contienda. Jaén y Almería cayeron sólo dos días antes, el 29 de marzo.

Su madre, mientras tanto, regresó a Estepa y se encontró su casa ocupada por otras personas, por lo que tuvo que irse a vivir con sus padres. Así fue durante un tiempo, hasta que Brígida decidió que volvía a su casa, que para eso era suya, estuviera ocupada o no. Finalmente, después de un tiempo conviviendo todos juntos, propios y extraños, la familia ocupante se hartó y se marchó y su legítima dueña pudo recuperar su hogar.

Por su parte, Vicente fue llamado a filas en el bando republicano, en el que sirvió de soldado. Estuvieron mucho tiempo en Marmolejo, en un “frente tranquilo, en el que no había tiros” por tratarse de una retaguardia. Pasaba el día en las trincheras, con su padre y los demás soldados, y sobra decir que allí era el único niño que había. Por eso mismo, recuerda con una sonrisa, “cuando repartían el rancho yo era el primero que comía.”

Su padre le propuso en broma por aquellos días que si se quería volver a Estepa le hacía una bandera blanca atada a un palo para que él cruzara el campo en son de paz por si lo veía el enemigo, pero él, aunque estaba deseando volver a su pueblo, dijo que no porque temía que el enemigo no tuviera en cuenta ni su edad ni su bandera. De Marmolejo también recuerda una noche en que se metieron a dormir en un cortijo viejo y se cayó el techo de un apartamento donde dormían unos pocos, provocando aquel accidente la muerte de un soldado amigo de su padre y que también era de Estepa, y al que enterraron en la vecina Andújar.Francisco Reina, en su casa

Pasados dos años del comienzo de la guerra, en 1938, su padre pudo por fin escribir una carta a su madre a través de la Cruz Roja, de manera que Brígida supo al fin que su marido y su hijo estaban vivos y juntos, ya que no había tenido noticias de ellos desde la estampida de Málaga. Por aquellas fechas también licenciaron a su padre, que ya librado del ejército marchó con el hijo a Murcia, aún republicana, donde permanecieron hasta que acabó la lucha. Allí, su padre se dedicó a la venta de productos que compraba en la huerta murciana mientras que él, ya con 12 años, hacía recados y ayudaba a la señora de la familia que los acogió desinteresadamente en su casa, una carnicera a la que llamaban Lola “la mondonguera” porque vendía “los mondongos del cerdo”, es decir, los intestinos y otras vísceras.

Dolores Díaz Ayala y Antonio Martínez González eran los nombres de las dos personas que, generosamente, acogieron a nuestros dos protagonistas en su casa y para los que Francisco sólo tiene palabras de agradecimiento. Recuerda que la primera noche que llegaron a aquel lugar durmieron en el jardín, y al día siguiente, cuando su padre le pidió a la señora dejar allí sus cosas durante el día, ella se compadeció de ambos y les abrió las puertas de su casa. El marido también era soldado, y cuenta Francisco que en la huida de un ataque vino a esconderse en su propia casa, donde permaneció oculto durante el resto de la guerra. Es más, tenía una soga dentro de la chimenea y cuando llegaba gente extraña a la casa, el desertor se colgaba de la soga y trepaba chimenea arriba, quedando oculto dentro mientras duraba la visita.

Una vez finalizó la guerra, volvieron a Estepa en tren hasta La Roda de Andalucía. Su padre no tuvo miedo de volver, nos cuenta, pero lo cierto es que nada más llegar lo metieron preso un tiempo. Él, que ya era un muchacho, escuchaba a los chavales murmurar “ése es el rojillo, el que estaba perdido” cuando lo veían pasar. Pero poco a poco las aguas fueron volviendo a su cauce, su padre salió de prisión y aunque nunca volvió a trabajar en el Ayuntamiento, se ganó la vida junto a su madre con un puesto en la plaza de abastos de Estepa. Vicente y Brígida tuvieron dos hijos más, y la normalidad comenzó a recuperarse poco a poco.

Nuestro protagonista empezó a trabajar con 13 años y siempre ha sido albañil. Se casó en 1956 con Asunción, la que fue su mujer durante más de 50 años, y con la que tuvo tres hijos: Francisco, Manolo y Asunción. También vivió temporadas en Barcelona trabajando en la construcción. Hoy tiene siete nietos, de los que habla orgulloso, y conserva una memoria excelente que le hace recordar aquellos duros momentos de su adolescencia que para sus nietos son como el guión de una película.

No obstante y pese a todo, su familia tuvo suerte porque ningún miembro murió en ningún ataque ni quedaron desperdigados para siempre, sino que pudieron volver a reunirse y emprender el resto de la vida juntos. Setenta y cinco años después de aquello, Francisco tiene muy claro que “España no vivirá más una guerra así” pero, por si acaso, recuerda a todo el que la quiere escuchar su historia, la historia de un niño de 10 años que anduvo solo hasta Almería, mezclado entre miles de personas que huían hacia ninguna parte, y que vivió más de un año en las trincheras de una guerra en vez de haber estado jugando, como le correspondía a su edad, con sus hermanos y sus amigos en las calles de la Estepa de finales de los años treinta.