La imagen de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Estepa, volvió a recorrer recorrió las calles de Estepa como cada año el pasado 15 de agosto, día en el que se celebra su onomástica. Le mostramos a continuación algunas imágenes de los momentos inmediatamente posteriores a su salida de la Iglesia de la Asunción, hacia las ocho y media de la tarde. La procesión de la Virgen puso fin a la Feria de Estepa 2011, que este año se ha celebrado del 12 al 15 de agosto.
Archivo por meses: agosto 2011
Buen ambiente el domingo de feria en el recinto ferial de Estepa
Estepa se despide hoy, con la procesión de su patrona, Nuestra Señora de la Asunción, de su Feria de Agosto 2011, después de cuatro días de diversión en el real de la feria. La salida procesional de la Virgen de la Asunción, cuya onomástica se celebra hoy 15 de agosto, tendrá lugar a partir de las ocho y media de la tarde.
Ofrecemos a continuación algunas fotos más del recinto ferial en el que se da buena cuenta del ambiente vivido en la jornada del domingo, con las casetas y la calle principal del real llenas de público y el paseo de caballos en su apogeo. También mostramos imágenes de la Charanga Los Trotamúsicos, de Estepa, que ayer tarde amenizaron la estancia en las casetas con su música.
60 años después, de nuevo Estepa
Texto: Remedios Camero
Siempre que pienso en la relación de mi abuela Ana con Estepa y en la mía propia se me viene a la cabeza la teoría del “eterno retorno” de Nietzsche que estudiamos en Filosofía, y que decía que todo los acontecimientos pasados, presentes o futuros se repiten una y otra vez. En la historia de mi familia, mi abuela Ana y yo hemos tenido un destino común con 60 años de diferencia: Estepa, un lugar al que ambas llegamos en busca de trabajo y encontramos la posibilidad de formar una familia, en un capricho del destino que ha querido que la nieta protagonice una historia parecida a la de su abuela con seis décadas de diferencia.
Mi abuela se llamaba Ana Cuevas González y era de El Saucejo. Era la menor de nueve hermanos y se llevaba 20 años con el mayor. Su padre murió cuando tenía sólo tres años y perdió a dos hermanos por enfermedad. La Guerra Civil se llevó a otros tres hermanos, y sólo unos días después de acabar la contienda, en abril de 1939, murió su madre, quedándose sola con 21 años recién cumplidos. Por no ser una carga para ninguno de los hermanos que aún le quedaban y que ya habían formado sus propias familias decidió hacer la maleta y viajar hasta Estepa, donde tenía una amiga que “servía” en una casa, como antes se decía, la cual le procuró otra donde poder trabajar de interna. Mi abuela llegó a Estepa en 1940, con 22 años, a casa de unas señoritas apellidadas Machuca que, según me contaba, vivían en los Mesones, y allí comenzó a trabajar como empleada de hogar.
Pienso que fue una mujer valiente porque, con esa edad y sin haber salido nunca de su pequeño pueblo, tuvo el arrojo de cambiar de vida, algo que para una mujer joven, en los años 40 y recién estrenada la posguerra, no debía ser nada fácil. Aquí conoció a mi abuelo, Francisco Escamilla Rodríguez, un estepeño “alto y guapo” –como a ella le gustaba remarcar- que había perdido a su novia de toda la vida después de nueve años de noviazgo por una tuberculosis y al que mi abuela recordaba nítidamente sentado a las puertas de una barbería que debía haber también por los Mesones, donde lo veía a menudo cuando iba a comprar a la plaza de abastos.
Se casaron en septiembre del 44 en la parroquia de San Sebastián, “delante de la Virgen de los Remedios”, recordaba mi abuela feliz porque, al parecer, la Virgen estaba aquellos días en San Sebastián por encontrarse en obras la Iglesia de los Remedios. Tuvieron tres hijos, Francisco, Remedios y Carmen, y los dos primeros, mi tío y mi madre, nacieron también en Estepa. Pero el destino volvió a actuar y quiso que la ciudad que mi abuela tanto quería no fuera el lugar en el que poder echar raíces, por lo que después de un tiempo en Herrera, la familia se estableció en Osuna, donde mis dos abuelos vivieron hasta su muerte.
En realidad, mi abuela vivió pocos años en Estepa, menos de una década y, sin embargo, siempre habló de este pueblo con orgullo y delectación, como si nunca hubiera sido ni nacido ni vivido en otro lugar más que aquí, tal vez porque aquí vivió los años más bonitos de su vida y también los más decisivos, donde llegó siendo una joven con una vida corta pero llena de desgracias y se marchó siendo una mujer, madre y esposa, y donde encontró una gran familia, la de mi abuelo, por la que sentía veneración y respeto y a la que quería como si fueran sus propios padres o hermanos. Estepa, a la que venía cuando podía, siempre estuvo en su corazón y, aunque no era de aquí, fue una buena embajadora de esta tierra, al igual que mi madre, que sin haber vivido aquí estaba contenta de que en su carné de identidad figurara Estepa como su lugar de nacimiento.
A veces, el destino es caprichoso y quiso que 60 años después, concretamente en el año 2000, la que escribe estas líneas y que lleva el nombre de Remedios por su madre y por su bisabuela y por la Virgen que alegra los corazones del barrio “churretero”, llegara desde Sevilla –de donde soy- a Estepa para trabajar, igual que su abuela Ana lo hiciera seis décadas antes, y que esta ciudad me tuviera reservada la sorpresa de un marido y unos hijos y de un lugar en el que vivir, encontrar nuevos amigos y echar raíces.
Mi abuela no supo de mi llegada a Estepa porque murió dos años antes, en 1998. Tampoco mi madre llegó ni siquiera a conocer a mi marido, porque murió hace ahora nueve años. Pero cuando miro al horizonte y veo la Sierra en cuya falda se extiende el caserío blanco de este pueblo, pienso que mi abuela se sentiría muy dichosa de saber que su nieta pasea por las mismas calles que la vieron llegar a ella con sus 22 primaveras recién estrenadas y una maleta llena de esperanzas que se hicieron realidad en este pueblo que la acogió con los brazos abiertos y en el que ella fue tan feliz.
Estepa vive su Feria de Agosto 2011 de día y de noche
Estepa vive su feria de día y de noche. De día, en lo que en la localidad se conoce como “el mañaneo”, que a veces se extiende hasta las siete de la tarde… De noche, hasta que vuelve a amanecer, porque es agosto y las vacaciones hacen que no haya prisa para recogerse, especialmente la gente joven.
En la tarde de hoy domingo, 14 de agosto, la animación en el real la pondrá la charanga Los Trotamúsicos, que harán su aparición por la feria hacia las siete de la tarde y tocarán su música de caseta en caseta, según han informado a este periódico fuentes de esta formación musical estepeña.
La Feria de Estepa desde hace unos años no se caracteriza por ser bulliciosa, pero sí un lugar de encuentro en el que disfrutar en compañía de amigos y familiares. El día lo marca el paseo de caballos. La noche es para los conciertos de la Caseta Municipal y para que los niños disfruten en las atracciones infantiles, aunque para ellos, la tarde es también un buen momento para disfrutar.
A continuación mostramos algunas imágenes tomadas en la Feria de Estepa 2011 tanto de día como de noche.
Rafael Moreno, nuevo coordinador local de Izquierda Unida Badolatosa
Según ha informado Izquierda Unida Badolatosa en nota de prensa, Rafael Moreno Guerrero fue elegido por unanimidad nuevo coordinador local de la formación el pasado jueves día 11 de agosto en asamblea extraordinaria. En el acto, celebrado en la sede del PCE y al que asistieron unas 60 personas, se dio a conocer la nueva dirección local de IU, que estará formada por dos órganos de decisión: un comité político, integrado por 23 miembros repartidos en distintas áreas de trabajo, y un comité coordinador, integrado, además de por Rafael Moreno, por otras siete personas, ha informado IU Badolatosa.
Moreno destacó que “desde las pasadas elecciones estamos llevando a cabo un proceso de reestructuración que nos ha llevado a crear esta nueva dirección”, y ha prometido trabajar “por el bien del pueblo y por sumar esfuerzos, pues siempre se trata de seguir sumando”.
IU Badolatosa destaca en su comunicado de prensa que “la nueva dirección fue respaldada por el cien por cien de los asistentes, y que se ofreció un emotivo reconocimiento a la labor realizada por los antiguos dirigentes, y muy en especial, por el anterior coordinador, Luis Romero, que recibió un aplauso por su larga etapa como líder de IU Badolatosa.”
Cabe recordar que Luis Romero ha sido alcalde de Badolatosa hasta las pasadas elecciones, las cuales perdió su formación política en favor del PSOE, que es el partido que ahora gobierna en la localidad. No obstante, Romero sigue formando parte de la nueva comisión política establecida por IU Badolatosa.
La nueva dirección de la formación de izquierdas en la localidad badolatoseña y en Corcoya queda de la siguiente manera:
Comité de Coordinación:
Coordinador Local: Rafael Moreno Guerrero
Secretario de Coordinación: José María Linares Villarrubia
Secretaria de Organización: Maite Romero Carmona
Secretaria de Juventud: Erika León Fuentes
Vocales: Lola Cabello Pineda, Rosario Romero Guerrero, Juan Morales Gómez y Dolores Cuevas Pineda.
Comisión Política:
Comunicación: Rafael Moreno, Matilde Romero, Teresa Carmona.
Urbanismo: Rafael Moreno, Luis Romero.
Deportes: Juan Antonio Lomares.
Juventud: Erika León, Francisco Regadera, Francisco Rivero, Marco A. Sojo.
Mujer: Emilia Soria, Rosario Romero.
Asuntos Sociales y Educación: Lola Cabello.
Cultura: Dolores Cuevas, Ángeles Moreno, Maite Romero.
Medio Ambiente: Juan Morales.
Seguridad Ciudadana: David Ruiz, José Candelario.
Hacienda: Francisco Rivero.
Sanidad: José María Linares, Carmen Linares, Pedro León.
Corcoya: Antonio Pineda.
Finalizan las actividades de verano con discapacitados Urso Ocio 2011
El Centro Ocupacional Nuevo Reto acogía en la mañana del pasado jueves 11 de agosto la entrega de diplomas a todos los participantes en las actividades con discapacitados, Urso Ocio 2011, que se han venido desarrollando en los últimos días en el Centro y que, organizadas desde el Área de Servicios Sociales y el Área de Juventud y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Osuna, han contado con el apoyo y la colaboración de diversas instituciones de la localidad que han colaborado “para que este evento se haya desarrollado de manera muy positiva”, informa el Consistorio ursaonés en nota de prensa remitida a este periódico.
La asociación MIMO, AMFO, Cruz Roja y el Centro Ocupacional han puesto al alcance de los usuarios todo lo necesario para el óptimo desarrollo de esta iniciativa. Asimismo, el Ayuntamiento indica que “tanto las monitoras como los alumnos de los cursos de formación municipales “Hospitalización” y “Animador Turístico” han dado, en estas dos intensas semanas, todo lo que tenían para que los usuarios del Centro Ocupacional pudieran disfrutar como lo han hecho durante estos quince días. “
“Taller de Risoterapia, Taller de Cocina, de Sevillanas, de Relajación, Manualidades, entre muchísimas otras, son algunas de las actividades de las que, en horario de mañana, han podido disfrutar, si bien algún que otro día han tenido la oportunidad de divertirse con otra serie de actividades en un horario especial, como por ejemplo el día que disfrutaron tomando tapas por los bares de Osuna”, explica el Ayuntamiento de Osuna en su nota de prensa.
El acto de clausura, al que asistieron tanto monitoras como alumnos y la coordinadora de este campo, también contó con la presencia de todos los usuarios, sus familiares y voluntario, así como las delegadas municipales de Servicios Sociales y Participación Ciudadana y Juventud, Brígida Pachón y Asunción Bellido respectivamente, que valoraron de manera “muy positiva esta iniciativa que tantos beneficios ha reportado a todos.”
Por su parte, Brígida Pachón “agradecía nuevamente la labor realizada por todas aquellas asociaciones que voluntariamente han ofrecido su trabajo desinteresado a esta bonita causa.” Se ha tratado de “una apuesta organizada por ambas delegaciones del Consistorio municipal y respaldada en todo momento por el Instituto Andaluz de la Juventud, que ve en ella una importante manera de hacer pasar a los beneficiarios de la misma unos días inolvidables cargados de risas y buenos momentos”, explica el Ayuntamiento de Osuna.
Para finalizar, y antes de hacer entrega de los diplomas acreditativos de su paso por Urso Ocio 2011, los allí presente pudieron disfrutar de una presentación en power point en la que se mostraron los mejores momentos vividos a través de fotografías realizadas en los distintos talleres que han dado forma y vida a esta iniciativa.
Memoria viva de cinco décadas del Cine Florida en Estepa
Texto: Remedios Camero / Fotografías: Quino Castro
José María Rivero, José María Luque y Félix Blanco son memoria viva de la última época del cine en Estepa, la que protagonizó el Cine Florida y que va de los años 50 hasta casi su cierre, en 2003. Los tres recurrieron a la empresa cinematográfica como un segundo empleo, como un sobresueldo, y como una forma de estar asegurados y procurarse para el futuro una jubilación mejor. Al final, a los tres les quedan los recuerdos de varias décadas ligadas al mundo del celuloide y de cómo éste pasó de ser un negocio floreciente a caer en decadencia con la llegada de la televisión y las nuevas tecnologías.
MEMORIA VIVA DE CINCO DÉCADAS DEL CINE FLORIDA EN ESTEPA
La vida puede ser como una película, o mejor dicho, como trozos de muchas películas: a ratos comedia, a ratos drama, y puede tener acción, amor, lágrimas, risa… Las vidas de tres estepeños como José María Rivero, José María Luque y Félix Blanco tienen de todo eso y más, porque el más joven de ellos, Félix, ya tiene 78 años, y en ocho décadas hay mucho vivido y mucho que contar. Sus vidas, además, tienen en común el cine, ya que los tres trabajaron juntos en el hoy desaparecido Cine Florida, aunque desempeñando tareas diferentes: Rivero era taquillero; Luque, operador, mientras que Félix era acomodador y portero. Desde el año 1953, en que comenzaron Rivero y Luque, hasta el año 1995, en que se jubiló este último, hay mucha cinta que contar y que cortar, aunque de esto último ya se encargaba la censura de la época.
Y es que eran otros tiempos. Los tiempos en los que se ganaban ocho o diez pesetas por función. Los tiempos en los que las películas eran de celuloide, un material inflamable que ardía con facilidad, por lo que el mismo foco del proyector podía prender la cinta si el rollo se detenía un momento. Eran los tiempos también en los que la belleza despampanante de Sofía Loren o Silvana Mangano se veía mermada por las tijeras de la censura franquista, que evitaba que estas italianas imponentes mostraran más piernas de lo que permitía la recta moral de la dictadura.
El público creía que el corte se lo daban aquí, en el Cine Florida, pero Luque explica que no, que la película ya venía cortada de la distribuidora, según establecía el ministerio del ramo en un documento donde se indicaban las escenas que estaban censuradas y que se adjuntaba con la película. “Anda que no me han chiflado a mí veces creyendo que la película la cortaba yo”, se ríe ahora José María Luque al recordar aquellos tiempos en los que la gente mostraba su enfado con la censura cortando con sus navajillas la enea de las pobres sillas que de nada tenían culpa.
Eran también tiempos en los que a veces se iba la luz y la gente se enfadaba mucho, porque había que esperar para reanudar la sesión. “Yo le temía a eso”, sonríe Félix Blanco al recordar el cabreo de la gente o cómo se tenía que acercar con su linterna a llamar la atención de los que fumaban, pues estaba prohibido.
Los recuerdos de nuestros tres protagonistas van dando forma a más de cuarenta años de Cine Florida en Estepa. José María Rivero, por ejemplo, tiene hoy 86 años y una gran memoria, que trae a su mente muchos momentos de los 27 años en los que trabajó en él, de 1953 a 1980. Recuerda que la primera película que se proyectó cuando el cine era de verano fue Quema el suelo (1952), de Luis Marquina, y Calabuch (1956), de García Berlanga, en el caso del cine de invierno, que comenzó su andadura en la primavera de 1957, según recuerda José María Luque, con la celebración del pregón de la Semana Santa de Estepa de ese año.
Rivero explica que detrás de la parte delantera del cine, que era un molino, había un patio donde se situaba la pantalla del cine de verano. Ese molino se techó unos años después y así nació el cine de invierno. En el trozo de patio que quedó se volvió a montar el de verano pero ya sólo duró un año más, cuenta Rivero, que trabajaba por las mañanas en los albañiles.
Recuerda que en invierno se daban tres funciones en los domingos y festivos: a las cuatro de la tarde la infantil, y a las ocho y diez de la noche las de adultos. Entre semana sólo había dos funciones, que con los años se redujo a una, la de las 8 de la tarde, pese a que, según José María Luque, la gente prefería la de las diez de la noche. Proyectar una película cinco o seis días era lo normal si era buena, y recuerda Rivero que “con cualquiera dábamos lleno en varios pases” y que para aprovecharla mejor, al final la pasaban en lo que se llamaba “fémina”, es decir, lo que hoy conocemos como “día de la pareja”, donde la mujer podía entrar sin pagar.
José María Rivero cuenta también que cuando él empezó en el cine de verano, la entrada costaba una peseta en el aforo “general” –compuesto de sillas de enea-, y dos pesetas en la zona de butacas, formada por bancas largas más cómodas y que se situaban detrás de las sillas. El aforo del cine era de unas 700 plazas, y entre sus tareas estaba la de retirar a diario las butacas al terminar la función, las cuales tenían que volver a colocar al día siguiente. La división del aforo en dos partes hacía que hubiera dos taquillas, una para cada zona, así como dos ambigúes, que traen a la memoria de Rivero a Rafael Gómez, un vendedor ambulante de pipas al que califica como “un hombre muy formal, porque entraba en las funciones pagando las tres entradas si era domingo” para poder vender su mercancía.
Francisco Peña, José Martínez –su primer jefe-, Antonio Torres, dos muchachos a los que llamaban “los boleros” (encargados de llevar y recoger en Casa Filomena las películas que venían en un camión desde Sevilla), Joaquín Borrego, Rafael Osuna, Francisco Casado, Vargas “el de la luz”, José Jurado, “el mellizo Pelayo”, Paco “el de la oveja”, Fernando Fernández, un hermano de Félix Blanco, Antonio Fuentes o “el muchacho de Aguadulce casado con Carmelilla” que se hizo cargo del ambigú de la “general”…. todos son nombres propios con los que se escribe la historia del Cine Florida y que permanecen en la memoria de Rivero.
El cine pasó de las manos de Martínez Llamas a la familia Cañete Llamas, que a su vez se lo vendió a una sociedad formada por ocho socios, Cinestepa, que también explotaba el Cine Esperanza de la calle Santa Ana. Su último dueño fue Miguel Luna, que lo tuvo de febrero de 1979 hasta junio de 2003, fecha en que cerró debido a su inviabilidad. El primer largometraje que proyectó la familia Luna fue El perro (1977), de Antonio Isasi, y el último, la película de dibujos animados El Libro de la Selva (1967).
En los años cincuenta y sesenta las películas que más gustaban eran las españolas, las de Juanita Reina, Lola Flores, Concha Piquer, Currito de la Cruz o Antonio Molina. Y si la película o el espectáculo eran buenos –el cine era también teatro y dos o tres veces al año venían a Estepa artistas destacados como Juanito Valderrama- se vendían todas las entradas y el éxito estaba asegurado. José María Luque recuerda, por ejemplo, cómo se llenó el cine con El pequeño ruiseñor, de Joselito, o con Pena, penita, pena, de Lola Flores, así como con dramas como El derecho de nacer o Arroz amargo, en la que las mujeres entraban en pandilla. Con los años los gustos, como la sociedad, fueron cambiando, y las películas de Kung-Fu, por ejemplo, atraían a mucho público joven.
En este sentido, Luque recuerda que las películas más exitosas venían “acompañadas” de un controlador, esto es, un señor que entraba en la sala y que controlaba cuántas entradas se vendían. También “hubo un tiempo en que había un cupo de películas españolas que era necesario proyectar para poder poner las americanas”, si bien a veces las españolas se pagaban pero no se proyectaban porque no gustaban al público. De su última época recuerda el éxito de El Rey León, de Walt Disney, que se proyectó cinco veces en un día.
José María Luque trabajó en el cine de 1953 a 1995, y cuando comenzó ya tenía su carné de Oficial, porque la proyección de la cinta, debido a su facilidad para arder a causa de su material, hacía que el operador de cine tuviera que estar autorizado. A él sólo se le quemó algún fotograma, que recuperaba de manera que el público no se daba cuenta, pero conoce otros cines en los que la película salió ardiendo. “He solucionado todos los problemas que se me presentaron, que en 40 años ya está bien”, afirma orgulloso de su trabajo. No obstante, éste no era su principal empleo porque “el cine no daba para comer”, y menos siendo 11 de familia, así que él trabajó en los mantecados, en oficinas y en el despacho que la RENFE tuvo en Estepa.
Luque también proyectó películas en el cine de verano de la plaza de abastos, llamado Cine Andalucía primero y luego, Cine GonPel, de González Pelayo. También trabajó en los cines de Casariche, Osuna, Gilena o Aguadulce, adonde se desplazaba en bicicleta, por lo que volvía a Estepa a las tres de la mañana. Refiere que entonces había mucha competencia entre los cines, pues era su época de esplendor, ya que había pocos divertimentos más para la sociedad. Sin embargo, llegó la televisión y se acabó esta época dorada, según coinciden los tres en afirmar.
El trabajo de operador consistía en cambiar los rollos de película, estar pendiente de cómo se iba proyectando en la pantalla, de que el foco no quemara la cinta, de que los arcos voltaicos o “carbones” iluminaran correctamente… Explica que una película normal solía tener tres rollos, unos 2.500 metros de cinta, con excepciones como Lo que el viento se llevó o El mayor espectáculo del mundo, que tenían más de cuatro mil metros. Trabajaba con dos máquinas, y el cambio de una a otra se notaba un poco en la luminosidad, pero poco más. Más adelante, se suprimió una de las máquinas y se compraron unas bobinas que cargaban hasta cinco mil metros, lo que cubría la película entera, si bien había que seguir cambiando los “carbones”.
El tercer protagonista de este repaso de la última época del cine en Estepa es Félix Blanco, que comenzó su relación con el Cine Florida cuando éste ya pertenecía a la empresa Cinestepa, en 1963, y trabajó en él hasta el año 81. Empezó de taquillero y también trabajaba de portero, pero su principal tarea era la de acomodador. Cuando empezaba la proyección, apagaba la luz de la sala pulsando un botón, pero cuenta que siempre había gente que llegaba tarde y entonces él les acompañaba hasta su asiento iluminando el camino con su linterna.
A diferencia de sus compañeros, sólo trabajó en el cine de invierno, y como no se podía mover de la sala, podía ver las películas. Recuerda que gustaban mucho las de acción o los dramas, y que “con películas del oeste o de Bruce Lee había días que teníamos llenazo, pero el nivel de personal empezó a bajar a partir del auge de la televisión.”
Félix tuvo una zapatería y durante 44 años fue cobrador de distintas empresas. Su puesto en el cine hacía que trabajara de lunes a domingo, día en el que llevaba a sus dos hijos a ver películas a la sesión infantil. Cuenta que entre las dos funciones para adultos se turnaba con otro compañero para salir a comer, aunque algunas veces cenaba en el mismo ambigú del cine. También recuerda la comida que la empresa les daba por Navidad, porque eran como una gran familia.
Entre sus funciones estaba también la de colocar frente al Ayuntamiento la cartelera, ya hiciera frío, viento o lluvia, porque con un día de antelación la película tenía que ser anunciada al público. “Colgábamos el afiche (cartel), las fotos, el título, el horario…”. Curiosamente, una vez dejó el Cine Florida, con 50 años, Félix sólo volvió a él como espectador una vez, al igual que Rivero, que recuerda haber vuelto al cine a escuchar algún pregón o a ver alguna actuación, pero no a ver una película. Pero ya se sabe lo que pasa con estas cosas, y tal vez tantos años trabajando dentro del cine y viendo películas saciaron la curiosidad que ambos podían sentir como espectadores del séptimo arte para el resto de su vida.
Abre de nuevo el servicio de Andalucía Orienta en La Roda de Andalucía
Según publica el Ayuntamiento de La Roda de Andalucía en su página web, el servicio de Andalucía Orienta en el municipio ha vuelto a abrir sus puertas al público, al que atenderá los lunes, jueves y viernes en horario de 9 a 14 horas.
La atención a los usuarios se hará en la Casa de la Juventud del municipio. Pueden obtener más información en el teléfono 954 01 52 62.
Oferta de empleo para la empresa pública Veiasa
La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, junto con el servicio Andalucía Orienta, han hecho público una oferta de empleo para la empresa pública Verificaciones Industriales de Andalucía S. A. (Veiasa) que entre otras cosas se dedica a la gestión de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV).
Los interesados en participar en los procesos de selección podrán enviar su solicitud a través de las siguientes opciones:
1.- Accediendo a la página web de Veiasa (www.veiasa.es), apartado Selección de Personal, y cumplimentando el formulario destinado al efecto.
2.-Enviando por correo electrónico un Curriculum Vitae a la siguiente dirección: unidaddepersonal@veiasa.es, indicando en el asunto del mismo la palabra Curriculum.
El plazo de solicitudes/curriculos será de 30 días hábiles a partir del siguiente al de la publicación de este anuncio en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, que fue en el BOJA nº 140, de 19 de Julio de 2011.
Estepa vive su Feria de Agosto 2011 desde anoche
En la noche de ayer 11 de agosto, hacia las 22.30, comenzó oficialmente la Feria de Estepa 2011 con el encendido del alumbrado, al que siguió en algunas de las casetas la tradicional “cena del pescaíto” que se celebra en la víspera de las fiestas. Por su parte, un pasacalles compuesto por los miembros de la banda Amigos de la Música de Estepa amenizó el comienzo de la Feria.
Ofrecemos fotos de un momento de su actuación en la esquina de la calle La Senda con la Avenida de Andalucía, y de una de las atracciones infantiles que ayer ya estaba funcionando, puesto que al no haberse inaugurado aún la feria, otras estaban aún siendo montadas. Ayer, además, era el “día del niño”, es decir, la jornada en la que las atracciones tienen un precio más reducido, y en vez de costar el viaje 2.50 euros costaba 1.50.
Este año, además, será el primero en el que los asistentes a la Caseta Municipal se encontrarán este recinto reducido, ya que la nueva corporación municipal ha cortado el espacio de la caseta por la mitad moviendo el escenario con el fin de hacerla más acogedora.
Mañana ofreceremos más fotos de distintos momentos de día y de noche de la Feria de Estepa 2011.