El pasado 26 de abril se cumplían 25 años del mayor desastre nuclear de la historia: la catástrofe de Chernobyl, una ciudad al norte de Ucrania en una zona que entonces aún pertenecía a la antigua Unión Soviética. Un error humano propició el estallido del reactor 4 de la central nuclear allí ubicada, lo que provocó a su vez una contaminación sin precedentes y la muerte, según algunas fuentes, de hasta cien mil personas, un dato nunca ofrecido con claridad por el entonces régimen soviético.
Sea como fuere, 25 años después se siguen notando los efectos de aquella nube radiactiva en la población de la zona, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que los expertos auguran que habrán de pasar 600 años para que las consecuencias de aquel escape nuclear desaparezcan totalmente.
Ironías de la vida, este aniversario ha coincidido con otra crisis nuclear de gran magnitud y no menos preocupante: la fuga radiactiva producida en Fukushima, Japón, esta vez no por la mano del hombre sino por la fuerza de la naturaleza, ya que el desastre nuclear japonés fue provocado por el terremoto y posterior tsunami que asoló la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo.
El fotógrafo estepeño Quino Castro ha viajado varias veces a Bielorrusia, sensibilizado con la situación que vive este país después de la desaparición de la antigua URSS, y ha traído retratada en su cámara una situación que sigue siendo muy dura de ver y de explicar, especialmente en lo que atañe a los niños de la zona afectada por el desastre nuclear.
En su página web, www.quinocastro.com, el fotógrafo ha colgado las últimas instantáneas que tomó en su último viaje a este país y en las que aún puede verse la huella de Chernobyl. Desde aquí les invitamos a que hagan un viaje por Bielorrusia a través de los ojos y la cámara de Quino Castro, sin antes dejar de advertirles de que la dureza de algunas fotografías puede herir su sensibilidad, la sensibilidad incluso de los que estamos ya tan acostumbrados a mirar con ojos de indiferencia el dolor ajeno que a diario se cuela en nuestras casas a través de los medios de comunicación.
Enlace directo: http://www.quinocastro.com/index.php/chernobyl