La lengua de polvo en suspensión recogido por el viento y la humedad de las arenas del Sáhara y que la borrasca Celia ha hecho que penetre en la Península ha llegado también a la comarca de la Sierra Sur, como puede observarse en estas fotos, tomadas esta mañana en Estepa. Los cielos se han vuelto anaranjados, y las calles de nuestros pueblos han amanecido también de color naranja. El polvo procedente del desierto sahariano puede verse también en tejados, azoteas, zócalos, techos de coches y mobiliario urbano. Los servicios de limpieza se afanan a esta hora en pueblos como Estepa en recoger en la medida de lo posible el polvo naranja caído del cielo, y que en algunos casos se ha convertido en barro.
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